Paseo de Gracia

segunda-feira, setembro 12, 2005

Direito à preguiça...

Sim, eu gosto, de chegar a casa e ir direita ao sofá ver um programa porcaria enquanto como batatas-fritas, sim... Estou numa fase estanque, não lucro. Sinto-me uma maquineta que vai e vem para o emprego. Não procuro melhor... por agora. Amanhã faço e aconteço. Mas também me vou fartar de estar assim, sem graça. Um dia. Para já fico no sofá e muito faço eu em ir ao ginásio duas vezes à semana. Está-se bem sem ir para a frente por uns momentos. Fartei-me de lutar por uns meses. Deixem-me tranquila. Não me apetece enviar curricula, não me apatece procurar uma casa nova para morar, não me apetece estudar outra vez... Estou inerte de momento e preciso. Depois eu farto-me, depois eu volto à luta... Depois. Se cair do céu também não é mau.

El libro de la futura ex-pareja

Una vez más estoy con la Lucía Etxebarría en mi bolso, haciendo rondas semanales metro/tren/calle/parada/cafe/escaleras de la empresa. Me encanta su forma de escribir. Me da rabia porque sé qué es como yo escribiria si no estuviera en la fase pereza de mi vida (de la cual hablo arriba, en portugués). Cuando surge una frase más tal - jo, he pensado lo mismo una vez, pero no lo he sabido escribir... Es la tristeza de no tener apuntes mentales suficientemente duraderos. Me encanta la forma en la cual describe los hombres. A saber, para mi los hombres no son mas que todos aquellos que no son Miguel o mi hermano o mi padre, que són diferentes a los demás, ya que los demás son solamente hombres, para los cuales puedo hacer generalidades menos pensadas a su vez que las generalidades que esta mujer, escritora sensual y femenina por naturaleza, transmite. Eso es, escrita sensual, analítica, escrita de pareja, de la pareja no-perfecta, de los desperfeccionismos diarios, de los roces que abren herida y de los momentos de amor que se llevan lo malo y hacen que todo se olvide. Volver a empezar. Ilusiones femeninas y egos masculinos. La mujer que no sabe defenderse de los ataques del hombre porque cree que él ataca porque ella tiene la culpa... Vaya... Creo que he escrito sin querer una critica a este libro. Se llama: "De todo lo visible y lo invisible". Lucía, con tu permiso, escribo aqui un poquito de la maravilla de obra que tienes:

En el futuro aquella cicatriz dolería, como duelen las cicatrices con los cambios de tiempo, cada vez que algo - una canción, un perfume familiar, una canción, una película que vieron juntos... - conjurara la imagen de Juan, pero ya no sería como una herida abierta que hacía notar su presencia de forma constante, sería sólo una emoción retardada que desbordase sobre la actual, trayendo consigo, visibles sólo para la memoria anterior, fragmentos de antiguos espacios y tiempos. ¿Pero quén es el valiente que, en plena crisis de angustia amorosa, se atreve a decirse a sí mismo aquello de no te preocupes, esto pasará, en unos años ni te acordarás de este momentos, te reirás incluso, te descojonarás de lo idiota que fuiste? No, Ruth, desde luego. Ruth no.

Yo tampoco soy esa valiente, nunca he sido. La verdad es que si estas loco por alguién, ya es demasiada valentía irte a trabajar por las mañanas y dejarlo/a durmiendo o tomando un café o conduciendo hasta su curro.