LA BODA COOKIE, 10-06-05

(Nota: 'Cookie' es el nombre que yo y Miguel nos llamamos uno al otro. Todavía me acuerdo de Manena preguntando alucinada: ?¿¡Os llamáis Cookie?!??)

Mi boda ha sido muy simple, bonita, romántica. Por lo menos así la recordaremos yo y mí ya marido, Miguel. Corta también, me pareció corta pero al final estaba muy cansada como para aguantar bailar otra música. El día ha empezado con stress de maquillaje, peinado y vestido. Una novia tiene que estar guapa. Nada estaba exactamente como lo había deseado, el pelo no tenía el volumen que yo quería, no he conseguido adelgazar ni un kilo, no he conseguido quedar bronceada ni tampoco con la piel lisa. Pero yo sabia que para él yo iba a estar siempre más guapa de lo que él imaginara; Miguel, cómo casi todos los hombres, no se fija en el detalle de la uña del pie rota o de la espinilla mal disfrazada, se fija en mi mirada y en mi escote, así que me arreglé como pude, me han maquillado, peinado y ala que se hace tarde.

Al entrar en la magnifica iglesia redonda de la Serra del Pilar ? la pueden ver en este link (http://www.serradopilar.com/) estaba muy muy nerviosa, tanto que me acuerdo de decir a mi padre que mis piernas iban a fallarme? Pero me aguanté sin llorar, aunque muy tensa. Vi a Miguel radiante en el altar, muy sonriente, súper feliz, súper guapo con su smoking y sus gafas montura al aire nuevas. El cura, amigo de la familia, empezó preguntando a la gente: '¿Qué estamos haciendo aquí?' Cómo que esperando que alguien le contestara? Su respuesta estaba en el poema que elegimos para estar en el guión de la ceremonia, un poema en español, del músico Colombiano Juanes, Nada valgo sin tu amor.

A la salida nadie se había acordado del arroz, pero Miguel había traído unas rosas que desechas, hicieran la foto. El arroz ese estaba bordado a la parte superior de mi vestido. Me sentí miss 'felicidades' y 'chica bond' en es descapotable rojo que un amigo había prestado a Miguel. Estaba hecha una princesita con mi príncipe con aires orientales? A la entrada en la finca donde se iba a realizar la cena me sentí más reina y no tanto princesa. Éramos el centro, todo el mundo miraba, sonriente. La finca estaba alegre y llena de flores, la pueden ver en www.quintadascanas.com, queda muy cerquita del río Duero y el paisaje es magnifico.

Fue una boda dulce... Gracias por vuestra presencia/apoyo/deseos de felicidades...
Y vivan los novios!!!!!!! :-)